La natación es un ejercicio fantástico que no sólo beneficia tu salud física sino que también proporciona una forma refrescante de refrescarte cuando hace calor. Sin embargo, el cloro y otros productos químicos de las piscinas, así como la exposición al sol al nadar al aire libre, pueden pasar factura a la piel. En este artículo, analizaremos las precauciones importantes que se deben tomar para el cuidado adecuado de la piel antes y después de las sesiones de natación. ¡Vamos a sumergirnos!
Hidrata tu piel
Antes de ir a la piscina, es fundamental hidratar tu piel. Aplique una cantidad generosa de crema hidratante para crear una barrera entre su piel y el agua de la piscina, que puede resecar. Busque humectantes formulados específicamente para nadadores para combatir los efectos deshidratantes del cloro. Recuerde volver a aplicar después de nadar para retener la humedad.
Protege tu cabello con un gorro de baño
Invierte en un gorro de baño de alta calidad para proteger tu cabello de los efectos dañinos del cloro. Los gorros de baño no solo mantienen el cabello seco sino que también lo protegen de los químicos agresivos del agua de la piscina. Además, usar un gorro de baño puede ayudar a reducir los enredos y las roturas, manteniendo el cabello sano y fuerte.
Utilice gafas de natación
Las gafas de natación son esenciales para proteger los ojos de la irritación causada por el cloro y otros contaminantes del agua de la piscina. Crean un sello hermético alrededor de los ojos, evitando que entre agua y reduciendo el riesgo de enrojecimiento y malestar. Elija gafas de natación que se ajusten perfectamente y brinden protección UV para nadar al aire libre.
Ducharse antes y después de nadar
Antes de entrar a la piscina, date una ducha rápida para enjuagar cualquier aceite, loción o impureza de tu piel. Esto puede ayudar a minimizar la absorción de cloro y reducir la irritación de la piel. Después de nadar, enjuáguese nuevamente para eliminar cualquier químico persistente de su piel y cabello.
Aplicar protector solar
Si nada al aire libre, aplique siempre un protector solar resistente al agua con un SPF alto para proteger su piel de los rayos UV. Vuelva a aplicar protector solar cada dos horas, especialmente si pasará un período prolongado en el agua. Recuerde cubrir todas las áreas expuestas, incluida la cara, el cuello y los hombros.
Use bandas para las orejas para nadar
Para evitar que el agua quede atrapada en los oídos y cause infecciones, considere usar bandas para las orejas mientras nada. Estos accesorios protectores crean una barrera contra la entrada de agua, manteniendo los oídos secos y reduciendo el riesgo de problemas relacionados con los oídos. Elija bandas para las orejas cómodas y ajustables para un ajuste seguro.
Mantenga su piscina limpia
Si tiene una piscina privada, asegúrese de mantener la química y la limpieza adecuadas del agua. Pruebe periódicamente el agua de la piscina y ajuste los niveles de químicos según sea necesario para evitar la irritación de la piel. Limpie los filtros y skimmers de la piscina para garantizar una calidad óptima del agua para experiencias de natación seguras y agradables.
Hidratar después de nadar
Después de nadar, tome una ducha refrescante para enjuagar el cloro y otros químicos y luego aplique una crema hidratante en la piel. Concéntrese en las áreas más expuestas al agua de la piscina, como los brazos y las piernas. Hidratar la piel después de nadar ayuda a reponer la humedad perdida y mantiene la piel suave y flexible.
Protege tus labios
No olvides proteger tus labios de la exposición al sol y al cloro. Aplique un bálsamo labial con SPF antes de nadar para proteger sus labios de los rayos UV. Después de nadar, vuelva a aplicar para mantener la humedad y prevenir la sequedad. Mantener los labios hidratados es esencial para el cuidado general de la piel, especialmente durante las actividades de natación.
Evite la exposición prolongada al sol
Si bien nadar al aire libre puede ser agradable, es importante limitar la exposición al sol para reducir el riesgo de quemaduras solares y daños en la piel. Busque la sombra siempre que sea posible, use un sombrero de ala ancha y cúbrase con ropa protectora contra los rayos UV para proteger su piel de los dañinos rayos UV. Practique la protección solar para proteger su piel durante las salidas a nadar.
Mantente hidratado
Una hidratación adecuada es clave para mantener una piel sana antes, durante y después de nadar. Bebe mucha agua para mantenerte hidratado y nutrir tu piel desde adentro hacia afuera. La deshidratación puede exacerbar la sequedad y la irritación de la piel, así que asegúrese de reponer los líquidos perdidos bebiendo agua durante el día.
Controla tu piel
Por último, vigile su piel para detectar cualquier signo de irritación, sequedad o cambios inusuales. Si nota enrojecimiento, picazón o sarpullido después de nadar, puede ser un signo de sensibilidad a los químicos de la piscina. Consulte a un dermatólogo si experimenta problemas persistentes en la piel para tratarlos rápidamente y evitar más molestias.
Cuida tu piel para un baño refrescante
La natación es una actividad deliciosa que ofrece numerosos beneficios para la salud, pero es esencial tomar precauciones para proteger la piel de los peligros potenciales del agua de la piscina y la exposición al sol. Si sigue estos consejos para el cuidado de la piel antes y después de nadar, podrá disfrutar de sus aventuras acuáticas mientras mantiene su piel sana y radiante. Recuerde, ¡una piel sana es una piel feliz!